jueves, 21 de julio de 2011

Barrotes de estío


BARROTES DE ESTÍO

Era el calor el cobre
que cruzaba los párpados
inmersos en la claridad,
reminiscencia confusa
en la trabazón del sueño.
En escalinatas y balcones
derramada la lumbre incipiente,
venas abiertas de un río silencioso.
Las hojas tibias de los árboles
contagiadas del tímido labio
de la brisa, temblor de vida.
Una cuadrilla de limpieza
desaloja las huellas de la noche
en medio de un desafinado
ronroneo cotidiano de motores.
Recogemos la piedra de la rutina,
esparcimos la umbría de los bolsillos,
ajustamos la máscara a la costumbre
en el corazón de julio,
luz o espejismo navegante
por las arterias de la mañana
hacia el desagüe del compromiso.

lunes, 18 de julio de 2011

Descendente memoria, poema






Deshecha la cama,

despoblado el hueco

de su tibieza,

sólo persisten su olor

y esa letra reseca

de la última nota.

La luz hecha de dagas,

aceradas las nubes,

melancólica música

estrellada en cristales.

Una maleta pacta en el andén

bajo la percusión de la lluvia,

otra distancia.

Los revisores sólo aceptan

billetes de ida y desmemoria.

domingo, 10 de julio de 2011

Nos besa en los ojos


NOS BESA EN LOS OJOS


Bajo la misma sombrilla

de todas las estaciones,

el tiempo nos envuelve

con su oscura enredadera.

Muele entre sus dedos

las letras de los nombres,

el alfabeto ocioso de la rutina.

Nos besa en los ojos

como un padre que cumple

cerrando el ciclo del día.

Retornamos a la arcilla

mansamente, sin quejas.

viernes, 1 de julio de 2011