Quedó finalista junto a otros poemas bajo el título común
Policromías del deseo, ahora lo rescato para ofrecerselo
a quienes deseen leerlo.
EL SEXTO ARCANO
Entornamos la
verja del invierno,
cruzamos húmedos
patios,
aprehendemos sol,
naturaleza
entre los dedos y
guardamos
la lumbre entre
las ropas.
En el río jugamos
a ser adolescentes,
las camisas pegadas a la piel
nos remontan a un
silente laberinto,
emergen instintos
poderosos.
Viven su quietud
en el pajar
los aperos de labranza,
de lejos llega un
relincho de caballos,
el calor del heno
nos aguarda.
Apagamos la sed
bebiendo besos,
comenzamos un diálogo de tactos,
recorremos sombras
de intacta desnudez.
Ahora somos barro
agradecido,
arcilla modelada
en otras manos.
Jamás el hombre estuvo más
cerca del principio
que cuando hunde amoroso sus raíces
en la tierra de
otro ser humano.