Diciembre en la retina
Cambia de
piel la superficie
lisa y fría
del domingo,
con el
reclamo de intermitentes luces
y las bocas abiertas de los comercios.
Detrás de la
etiqueta roja o verde
del alma de
las cosas no hay dulzura,
desdibujada
por la uña del tiempo
una pequeña
huella de tristeza.
Deja caer un
violín sus notas
con levedad
de pompas de jabón,
una moneda
se dibuja en el pañuelo,
ondea en el
arco un sueño
como una
frágil mariposa.
La calle
abre sus brazos dorados
al gris
torrente de las pisadas,
al eco
descosido de las voces,
alguien
empeña una porción de su salario
en la cifra
aleatoria de un boleto.
Sigue la
línea del destino un tranvía,
también el
niño con su carta de ilusiones.
Diciembre en
la retina enmarcado,
una
conspiración de fuegos,
oscura
plata, serpiente de humo,
un saxofón
en la ventana del segundo.
(Del libro Bruñidas sombras, Ediciones En Huida, 2012)