LA
CANCIÓN DEL RÍO
Porta el Bagmati
cenizas,
escamas del suburbio
que habita estas
orillas.
Como un inquietante
trofeo
asoma en el lodo
el cuerpo yerto de un
perro,
impertérrito ante el
curso
plácido de las aguas,
a medias anclado en el
mundo.
En sus márgenes saris
de vistosos colores
vibran,
porteadoras de agua,
lavanderas, cronistas
de una ciudad
destartalada.
A la sombra de un dios
desparasitan a los
niños,
de las casas ruinosas
surgen reinas
descalzas,
joyas de algún marchito
reino.
Sombras sobre el puente,
comitiva de flores
bajo el fétido aire,
el adiós de la muerte
con su ritmo sereno.
Calor y podredumbre,
la rueda de los tiempos
imparable, enigmática,
como los ojos turbios
del río,
como la historia del
limo.
Un merecido homenaje para ese pueblo que tanto sufre en circunstancias así.
ResponderEliminarBastante tienen con la tarea de subsistir para que encima los hados le den la espalda.
Fotos y textos lindos de verdad.
Un abrazo
Merecido y hermoso homenaje, un abrazo, María José.
ResponderEliminarUn bello homenaje que te salio del alma, saludos.
ResponderEliminarEn el corazón ofrecemos nuestro Sentir de Sentires...
ResponderEliminarUn Abrazo.
En el corazón ofrecemos nuestro Sentir de Sentires...
ResponderEliminarUn Abrazo.