domingo, 28 de junio de 2015

El largo camino de tus piernas de Elena Marqués Núñez



El largo camino de tus piernas

Es un camino iniciático que transcurre casi todo el tiempo en el estudio del pintor Philipe Satie, donde el desorden y el caos campan a sus anchas. Elena Marqués sabe poner notas de color para que el espacio resulte menos claustrofóbico y frío: “esa luz deslumbrante de finales de enero entrando por la herida abierta al muelle de la ventana”. Explosiva juventud abrazada al otoño crepuscular de otro cuerpo, simbiosis. Alice, tembloroso gorrión, espejo de adolescencia, los sueños revoloteando alrededor de un abrigo demasiado largo, tan largo como una sombra. Alice, desnuda, encaramada a sus altos zapatos rojos hasta donde resbalan pequeñas perlas de deseo tras cruzar el vasto territorio de sus piernas. Alice, poliédrica, trazando un mapa de ambición, sacudiendo tabúes como alfombras que cobijan migas de pan y malolientes trapos. En la narración no falta la poesía, por ejemplo, cuando el pintor se aleja para colgar su abrigo: “y lo vio alejarse con un débil aleteo de animal herido, las mangas caídas a los lados, la abertura trasera remarcando su herida. Geranios y azaleas en la ventana siempre abierta, más allá el surco del río espejeaba bajo el sol. Un laberinto de papel como un animal viejo y descarnado sobre las baldosas. La forma encantadora en que pone en boca del pintor: “para que disfruten del proceso creativo, desde el germen en lápiz sobre el lienzo, desde la idea o el numen en su mente incansable, hasta el último beso del pincel sobre mi carne de tela y aguarrás”. Alice agita la bola de cristal y cae la nieve, no alcanza a ver el fondo turbio de su propio destino. El libro es una delicia para los sentidos, entren en él, palpen y huelan, dejen que los ojos sean pájaros por su geografía.

                                                                                                                 María José Collado 

2 comentarios:

  1. Buena reseña nos presentas, amiga.

    Gracias + abrazo

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  2. Abrí el libro y recorrí sus páginas con deleite. Gracias por la visita y el comentario. Un abrazo.

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