Atrezo
A Federico García Lorca
El pudor de las
ciudades
nunca fue un obstáculo
para tomarle el pulso a
sus ríos,
a los peines tensados
de sus puentes,
a las bóvedas de sus
catedrales,
al espacio emergente de
los edificios
que desafían la
verticalidad.
Cruzas el semillero de
los barrios,
las arterias del frío,
los sótanos,
la anemia de las casas,
orfandades mayúsculas,
las sierpes del humo que
danzan
en los tugurios, la
música.
Te conmueve el clavel
desgajado en las bocas
de las hembras sin
sueños,
la amapola salvaje en
la vena vencida,
en la madrugada vendedores
de orquídeas,
el lodo, el estigma en
la frente de un niño.
La raya de tu pelo se
deshace
alborotada en mil
senderos
y le crecen silvestres
lirios
al cuaderno del tiempo.
Prematura intuición
que sesgaron las balas,
más allá de las tapias
relámpago tu nombre.
Precioso poema y precioso homenaje, María José.
ResponderEliminarQuerida Isabel, me alegra que te guste. Gracias por tus palabras. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSimplemente bello,
ResponderEliminarmagistralmente logrado.
Un fuerte abrazo a la distancia
bonito fin de semana
Me alegra saber de ti, Ariel. Gracias por tu bonito comentario. Un fuerte abrazo, amigo.
ResponderEliminarEs un grandioso homenaje, mis sinceras felicitaciones.
ResponderEliminarQué bien me resulta el poema, amiga. Alcanzas un ritmo estupendo y dices con gusto.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias, Boris. Un abrazo.
ResponderEliminarAmigo, José Valle, me alegra saber de tu regreso. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQue bonito homenaje a García Lorca, Mª josé. Es mi poeta preferido, he leído toda su obra.
ResponderEliminarUn beso, reina.
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EliminarGracias, Marina. Me alegra saber de ti.
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ResponderEliminarQue lindo homenaje, María José, bellísimo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querida amiga.
Lola.