ENTRE
PUNTALES AL RASO
No están hechos de humo
aunque les duelan los ojos
con la claridad almidonada
de las ciudades bulliciosas.
Esperan a la noche,
a la serenidad de las estrellas,
para hurgar en los cubos
restos de un derroche.
Tras su sombra plana
y alargada en los muros
hay una historia roída
por la rabia y las ratas
de una angustiosa memoria.
Los colmillos del viento
zarandean la dignidad,
destrozan los sueños.
No resurgen de las cenizas
ellas llueven en el pozo de los
días,
en improvisadas fogatas,
letargo y polvo bajo un cielo raso.
Están hechos de agua, de pan duro,
de infectadas heridas, de parásitos,
de ropa zurcida o encontrada,
de la caligrafía amarga de la
calle.
Muy triste y bello tu poema María José, pero es la realidad sangrante de una sociedad muy injusta, ojala algún día brille el sol para todo el mundo igual.
ResponderEliminarBesos.
Como siempre poniendo la punta del lápiz en lo que de verdad tiene importancia. Hermosos versos, amiga.- Felicidades.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigos Conchi y José, por vuestros comentarios. Siempre es una alegría compartir. Felices días venideros. Besos.
ResponderEliminarSe me da muy bien logrado poema, amiga. Estupendo!
ResponderEliminarFeliz y próspero 2017!
De los restos de la sociedad. Expresión realista de dolor social. Hermoso.
ResponderEliminarJosé Valle Valdés y Galefod Gal. Agradezco, como siempre, vuestros comentarios. Os deseo un hermoso 2017. Abrazos.
ResponderEliminarhay que remover conciencias, y tu lo consigues con esta bellísima composición.
ResponderEliminar¡¡Feliz y próspero 2017!!
un abrazo, María José.