A eso hemos llegado, amiga, a respirar a sorbos lentos para saborearlo mejor. Es la parte positiva de esta negritud que nos envuelve. Salud y fuerte abrazo.
Hola María José. ¡Cuánto tiempo! Poco a poco las calles se van llenando de vida. E incluso nos resulta sorprendente. Esto pasará, pero hay que tener paciencia. Un abrazo.
A eso hemos llegado, amiga, a respirar a sorbos lentos para saborearlo mejor. Es la parte positiva de esta negritud que nos envuelve. Salud y fuerte abrazo.
ResponderEliminarAmigo José, espero que te encuentres bien.
ResponderEliminarEsperemos que esa negritud desaparezca pronto.
Un gran abrazo.
Hola María José, es verdad que ahora salimos a bebernos la vida, creo con con algo más de paciencia se llegará a normalizar todo.
ResponderEliminarAbrazos.
Querida Conchi, sobre todo con prudencia, no hay que bajar la guardia.
ResponderEliminarAbrazos.
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ResponderEliminarHola María José. ¡Cuánto tiempo! Poco a poco las calles se van llenando de vida. E incluso nos resulta sorprendente. Esto pasará, pero hay que tener paciencia. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Amparo. Así es, hay que tener paciencia y mucha prudencia. Ya solo el hecho de poder salir a pasear es estupendo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola María José.
ResponderEliminarBuen verso. Cuesta tanto en no pensar en el mañana. Que incluso es casi una tarea difícil, la verdad. Pero llegaran mejores tiempos.
Un abrazo
Mónica, llegarán mejores tiempos no lo dudes.
ResponderEliminarEntre todos con nuestro puñado de responsabilidad lo conseguiremos.
Un abrazo.