domingo, 25 de septiembre de 2022

Un poema de La sombra del helecho

 


              Hotel

La rígida moqueta del pasillo

tiene ese viso desgastado

que dejan las pisadas a su paso,

rodantes equipajes, detergentes,

sobre el papel pintado tenues luces

y flores mustias,

una crucifixión de números

en cada puerta.

En las habitaciones, cuadros en serie,

un mobiliario triste,

tabiques que amplifican

las toses, los gemidos,

el hilo arrastrado de una conversación,

aterrizaje de zapatos,

un concierto de muelles,

el quejido del agua por las cañerías.

Detrás de los cristales empañados

la gris respiración de la ciudad.