sábado, 6 de mayo de 2023

Mi pequeña contribución a esta antología



Azul es el olivo de los sueños

porque el cielo se torna celosía

para ceñir su cuerpo palpitante

como una falda-nube vaporosa.

Pequeños orbes de ovalados frutos,

geoda al abrirla con los dientes,

habita en su núcleo una rosa pétrea

cubierta por amanecida carne

morada, verde o negra.

Transportan raíces por sus túneles

latidos líquidos de savia.

Se disputan las flores alcaudones,

verdecillos, jilgueros, las abejas,

en una fiesta de néctar y polen.

Refugio de pastores es su sombra,

un toldo vegetal que riza el aire;

se mimetiza la culebra con las ramas

deja en el camerino improvisado

su piel antigua, abandonada, inerte.

El  tronco milenario sobrevive

a la boca desdentada de la sequía,

al látigo de la tormenta,

palabra clave: resistencia.