MUJERES DE UNA ISLA
Mujeres solitarias de rostros oscuros
remiendan en alcobas gastadas esperanzas.
Bajo unos cabos de vela retratos familiares,
húmedo recuento entre lágrimas y piedras.
Entre amuletos y crucifijos, susurro de nombres,
humilde rito para invocar a los dioses.
Amarga es la tarea diaria en busca
de harina y combustible.
Caminan por los muelles,
avanzan arrastrando los pies
hacia otra despedida.
Cruzan las manos, se preguntan
cuándo regresaran los barcos,
los ausentes, los alimentos y las risas.
Anhelan que surja de la espuma
su isla redimida, la sal de algún milagro.
( Publicado en el nº 24 de los Cuadernos de
Roldán, dedicado a Cuba).
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