domingo, 21 de febrero de 2010

MUJERES DE UNA ISLA


Mujeres solitarias de rostros oscuros

remiendan en alcobas gastadas esperanzas.

Bajo unos cabos de vela retratos familiares,

húmedo recuento entre lágrimas y piedras.

Entre amuletos y crucifijos, susurro de nombres,

humilde rito para invocar a los dioses.

Amarga es la tarea diaria en busca

de harina y combustible.

Caminan por los muelles,

avanzan arrastrando los pies

hacia otra despedida.

Cruzan las manos, se preguntan

cuándo regresaran los barcos,

los ausentes, los alimentos y las risas.

Anhelan que surja de la espuma

su isla redimida, la sal de algún milagro.


( Publicado en el nº 24 de los Cuadernos de
Roldán, dedicado a Cuba).

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