martes, 8 de noviembre de 2011

Tomás Segovia

Qué mejor forma de mantenerlo cerca
que a través de sus poemas.


Poema Ruego Del Navegante de Tomás Segovia



Qué otro ruego ferviente

Sino el de contar siempre con la espera segura

De un lugar animoso de descarga y de tregua

No un bastión no un refugio

No otro domicilio

Que el designado en pleno aire mudable

Por el amor de la mirada

Tibio lugar de espera no porque nadie llame

No porque clame la impaciencia

Lugar de espera porque en él entramos

Con el rostro de paz del esperado

Como el barco acogido

Sin proclama en el puerto atareado

y contra un firme espacio

Atracando en el tiempo en movimiento

En una hora de escala

Hecha suelo de lentos desmbarcos

Y fondeadero azul de la memoria

Entre los pocos hace mucho acostumbrados

A conocer de lejos nuestras velas

Y a ver mecerse nuestro casco ocioso

En la pereza de esos muelles

Y sino el de volver a veces

A ese revuelco límpido de afanosa camada

Trayendo de muy lejos hasta su centro mismo

Alguna pura lumbre en la mirada

Que allá en su soledad

Ha sotendio a solas la de las sirenas.

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