Otra lluvia
Si llueve habrá que dibujar paraguas,
una carpa de sol donde guarecernos,
acudir a la impermeabilidad del abrazo,
a la llama prendida en el corazón
nocturno.
Porque llueve sangre compungida en el
pulso
de un calendario con interrogantes,
en la puerta cerrada con un cebo de
gritos,
en el óxido amargo de atravesadas
llaves.