Reloj solar
Se sientan al sol tibio
del otoño
en jardines de paso,
en sus ojos el manso
río de la vida
lentamente transcurre.
Sus dedos sarmentosos
recorren las esquelas
o señalan insólitas
noticias,
el bastón reposando a
su costado,
el albero una estela
que
levantan zapatos.
Acuden las palomas
con su rito de siempre,
en la fuente un
murmullo
con ecos del pasado.
Entre ellos un cruce de
gestos y palabras,
bajo los álamos les
crecen
raíces de nostalgia.
Hermosa poesía nos traes María José nos describes las escenas cotidianas que a diario contemplamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
El tiempo nos doblega en milímetros.
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