sábado, 14 de abril de 2018

Del libro Pájaros de cristal en el jardín de invierno


J
No regresarás en el tren de la mañana
a la hora rosada de los últimos sueños,
cuando el bronce habla con voz de campana
o modulan el aire los primeros trinos.
Si el sol se posa tozudo en las ramas
y se abren las flores de todos los magnolios,
será para esparcir el polen de tu nombre
por todas las calles que llevan a la infancia.

6 comentarios:

  1. Me resulta un poema muy bien logrado, amiga. Estupendo!

    Abrazos

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  2. Me alegra que te guste, tiene a partes iguales tristeza y nostalgia. Abrazos.

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  3. ¡Hola Mª José!

    ¡Precioso poema, suenan maravillosas esas calles de la infancia! Y huele a flores de los magnolios. Lindo, lindo y con musicalidad. Mi felicitación y gratitud.

    Te dejo un beso. Y feliz fin de semana.

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  4. Querida Marina, disculpa el retraso no dispongo de mucho tiempo libre. Lindos siempre tus comentarios y afectuosos. Un beso redondo como de luna llena.

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  5. Recuerdos llenos de nostalgia que se relacionan en los viajes en tren cuando anochece y amanece. Me encanta.

    Un abrazo María José

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  6. Me alegra que te guste, Mónica. Gracias por tu bonito comentario.

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