A un paso de la suerte
Me mueve un brazo lento
de metal,
mecida como bulto en la
brisa,
recorte de horizonte
sin edad,
tan leve el peso, la
inconsciencia.
Siento frío de cristal
en los huesos,
recuerdo blanco de
caída, sirenas
y una lentísima
película
cayendo en el agua del
olvido.
Una moneda caprichosa
juega
lanzada por la mano del
destino,
la piel de los
neumáticos pesada
sobre la palidez de un
suspiro.
Hola mi querida María José, no sé si he interpretado tu poema, ando con la gripe y la cabeza me retumba, así que no sé si te refieres a la suerte de esas máquinas traga perras que vacían a tantas personas del sentido de la vida
ResponderEliminarGracias y discúlpame
Te dejo mi ternura
Sor.Cecilia
Me ha encantado leerte
ResponderEliminar¡¡Zuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuups!!
ResponderEliminarGuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaus que bonito amiga querida.
Un beso de la brujita MORIMÓ.
eres especial
ResponderEliminarun abrazo
Suerte, frío de cristal, olvido, suspiro... ¡que me aspen si el amor no anda de por medio!
ResponderEliminarQue haya mejoría.
Besos