
EL LUGAR DE LAS COSAS OLVIDADAS
En la arena yacen esparcidas
las cosas que ha devuelto el mar
o que sufrieron una acogida brusca,
el viento y el tiempo se encargarán
de recortar sus sombras,
de fragmentar su utilidad
contra la dentadura de las rocas.
La quilla de un barco azul,
algas en un abrazo lánguido
y verde rodean una chancla,
la tinta huidiza de una carta,
cuerdas, clavos, bidones rotos,
sereno cementerio de las cosas.
Se filtra enigmática la luz
en el desmayo de los objetos,
en la quietud de los despojos.
La ronca voz del mar
con su canción eterna
mece la bruma del olvido,
llega al rincón narcótico de un sueño,
a inanimados testigos de un suceso.