Llega el estío, invitamos a la sombra con cañizo o toldo, al agua derramada que nos da un respiro y nos refresca. A la luna llena gravitando sobre la noche mágica de San Juan. Feliz verano, amigos. Que la poesía en el telar de las estrellas tome impulso, necesitamos de su belleza, día y noche, sentirnos abrazados por la naturaleza y sus dones. Los deseos no están a la venta, tampoco los sueños, hagámoslos posibles, es cuestión de cambiar aquello que no nos representa por lo sublime, lo que nos presta alas para sobrevolar ese mundo difícil de sobrellevar si no sentimos sus latidos y pretenden llevarnos hacia un precipicio. Tendremos que movernos, rescatar lo que importa, alcanzar algo parecido al paraíso siempre conlleva esfuerzo. Abrazos de agua.