Arboleda
Abre las manos
La sangre
lunes, 10 de octubre de 2016
Poesía experimental contra violencia de género: María José Collado
Sobre mí
Nací en Jerez de la Frontera, (Cádiz). Mi infancia transcurrió entre Sevilla y Essen (Alemania). La adolescencia y la primera juventud en Madrid. Trabajo de administrativo en Sevilla, donde resido. Géneros que desarrollo: poesía, poesía visual, relatos y microrrelatos.
Colaboraciones en: Agenda de la tolerancia, revista Océano, Cuadernos de Roldán, Aldaba, Diálogo, Jirones de azul, En sentido figurado, Poesía actual, Andalucía liberal, Revista Tinta china. Revista Grisú. Palabras diversas. En varias convocatorias de poesía visual Contra la violencia de género. Revista Nueva Grecia. Las afinidades electivas.
Publicaciones: Pliego monográfico de La Cuerda del Arco. Poemarios: La luna en el laberinto (1987). Arde la vida bajo el cobre lunar (1992). Tapiz de agua (2011). Bruñidas sombras (2012). Aún la lumbre (2014). Centinelas del frío (2015). Pájaros de cristal en el jardín de invierno (2017).
Finalista de varios certámenes de poesía.
Mención de Honor del II Premio Internacional "letras de Iberoamérica" y el Consejo Editorial de la Revista Literaria "En sentido figurado" 2018.
Premio de Poesía del IV Certamen Gertrudis Gómez de Avellaneda 2019.
7 comentarios:
Que la violencia de género sea un hecho cotidiano y tangible deja en la retina una inquietud terrible, así que me sumo a tu causa con la certeza de que todavía queda mucho por hacer. Somos iguales, somos diferentes. Un fuerte abrazo
Hola María José, la violencia de género está muy arraigada todovía en nuestro país, en mi opinión habrian de cambiar las leyes para evitar que los maltratadores sigan con esta aberración.
Un abrazo.
Hola María José, tras 4 meses de ausencia por mi delicada salud, regreso a medias.
El maltrato doméstico, se ha vuelto una lacra en nuestra sociedad, hay que dar una buena educación y que las mujeres tengan una buena autoestima para no ser maltratadas.
Te dejo mi ternura
Queridos amigos, tenemos que seguir intentando frenar la violencia. Somos iguales y distintos. Por una pluralidad respetuosa. Feliz día.
Me resulta de muy buena factura, amiga. La violencia de género es una verguenza...qué civilización la nuestra. No creo que seamos iguales; no, la mujer nos da la vida y debe de ser venerada por ello. Si han de existir privilegios, han de ser para la mujer, y, en especial para las que son madres.
Abrazos
No es cuestión de privilegios, es cuestión de respeto y equidad, José.
También yo lo veo como equidad. No se quien o quienes se empeñaron en algún momento en hacerlo diferente y así nos va. Felicidades por tu trabajo.- Besos
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