Arboleda
Abre las manos
La sangre
miércoles, 5 de septiembre de 2018
Otras manos
Sobre mí
Nací en Jerez de la Frontera, (Cádiz). Mi infancia transcurrió entre Sevilla y Essen (Alemania). La adolescencia y la primera juventud en Madrid. Trabajo de administrativo en Sevilla, donde resido. Géneros que desarrollo: poesía, poesía visual, relatos y microrrelatos.
Colaboraciones en: Agenda de la tolerancia, revista Océano, Cuadernos de Roldán, Aldaba, Diálogo, Jirones de azul, En sentido figurado, Poesía actual, Andalucía liberal, Revista Tinta china. Revista Grisú. Palabras diversas. En varias convocatorias de poesía visual Contra la violencia de género. Revista Nueva Grecia. Las afinidades electivas.
Publicaciones: Pliego monográfico de La Cuerda del Arco. Poemarios: La luna en el laberinto (1987). Arde la vida bajo el cobre lunar (1992). Tapiz de agua (2011). Bruñidas sombras (2012). Aún la lumbre (2014). Centinelas del frío (2015). Pájaros de cristal en el jardín de invierno (2017).
Finalista de varios certámenes de poesía.
Mención de Honor del II Premio Internacional "letras de Iberoamérica" y el Consejo Editorial de la Revista Literaria "En sentido figurado" 2018.
Premio de Poesía del IV Certamen Gertrudis Gómez de Avellaneda 2019.
10 comentarios:
Las manos de la sabiduría. Gran poema.
Enhorabuena, amiga. Me resulta un poema muy bien logrado. Te felicito.
Abrazos
Así es, Boris, es la sabiduría encerrada en cada arruga. Un saludo.
Amigo José Valle, he hecho el intento con este poema de rendirle homenaje a nuestros mayores. Un abrazo.
¡Hola Mª José!
¡Bellísimo poema, amiga! No es de extrañar que haya tenido esa mención de honor. ¡Es más, si yo estuviera entre el jurado, lo votaría por un mejor premio, pues se lo merece! Lo has plasmado tal cual las manos de las personas mayores que en ellas representamos toda una andadura muchas veces nada fácil, casi están así mis manos porque también pesan los años.
Gracias, es un bello homenaje.
Te dejo un fuerte abrazo y mi inmensa estima.
Pasa un feliz domingo.
Alegría el saberte de vuelta, aún no ha llegado la lluvia a los cristales por aquí.
Los años pasan factura, querida Marina, pero no te compares, ella tenía 94 años y se fue en diciembre. El poema lo escribí antes de que partiera. Un abrazo feliz por tu regreso
y el cariño de siempre.
Enhorabuena María José, un poema precioso.
Gracias, amiga María del Mar Mir. Nos une la poesía, ese afecto por nuestros mayores. Un abrazo.
Publicar un comentario